Cuidado con los fanboys tecnológicos

Quizás por haber llegado a este mundo desde otro campo (la Ingeniería Agrónoma) tengo la impresión de poder ver el mundo de la programación con otra perspectiva. El fenómeno de los fanboys tecnológicos es curioso y podría ser algo hasta gracioso si los emprendedores no se estuvieran jugando su dinero y su proyecto.

El fanboy va a querer que sea cual sea el proyecto se haga con su tecnología. Es verdad que hay tecnologías muy versátiles, por ejemplo, en el desarrollo web el gestor de contenidos Drupal puede servir para una tienda virtual, para un gran sitio web o para una aplicación a medida. Pero esto puede llevar a comprar un hosting más caro por una simple web corporativa o un ecommerce sencillo. En mi caso por mucho que me guste Drupal no puedo llevar al cliente a gastar más y soportar en la web una sobreprogramación para algo que no lo necesita.

El fanboy querrá que el proyecto se adapte a su tecnología y no va a tener interés en buscar los medios más óptimos para satisfacer las necesidades del emprendedor. Tengo bastantes experiencias en este sentido, desde programadores que desprecian woocommerce en wordpress para hacer tiendas virtuales cuando está demostrado su éxito, sencillez de uso y hosting asequibles hasta otros que desprecian hacer aplicaciones a medida en Drupal para hacerlo con Symfony u otro frameworks.

El emprendedor no debería quedarse con una sola opinión en la red o en persona y preguntar a otros emprendedores qué gestor o programación web utilizan, qué hosting tienen contratado, en definitiva, qué es lo que les está funcionando en sus proyectos.

Saber delegar siendo autónomo o emprendedor

Un error que todos hemos cometido es querer acaparar todas las tareas en nuestra empresa o emprendimiento. Al principio puede ser inevitable, ya que no tenemos experiencia y queremos hacerlo todo nosotros. Además hacer esto puede servir para ver cuanto tiempo lleva cada cosa.

Si las cosas van mejor, tendremos más clientes y menos tiempo. Seguiremos acaparando todo el trabajo, quitando horas de descanso, horas de ocio, horas de familia, es decir, horas de vida. Estas horas son imprescindibles para no quemarnos y para ver con perspectiva los problemas y oportunidades. De hecho algunas grandes ideas surgen paseando, corriendo o incluso durmiendo.

Llegará un momento en que tendremos que elegir: o vamos delegando o no tendremos tiempo para nada más. Podemos pensar que si no lo hacemos nosotros no se hará como queremos, por miedo o responsabilidad. Quizás una buena idea sea delegar poco a poco.

Podemos dividir las tareas en compartimentos estancos. Ver en que tareas es imprescindible nuestra participación y cuales no tanto. Una vez sepamos que tareas las puedes llevar otras personas sin un gran riesgo podemos contactar con freelances en diferentes páginas como Domestika, Infojobs Freelancer, Freelancer, etc. para seleccionar el candidato que más se ajuste a nuestras necesidades. Con esto delegaremos ese pequeño trabajo que puede ser un logo, una landing page, repartir flyers o algo más serio y ver como sale.

El siguiente paso es analizar los resultados, ver si ha sido útil, si nos ha reportado beneficios, qué mejorar, qué otras áreas delegar o qué áreas tendremos que volver a realizarlas nosotros. Es decir, formar un ciclo de prueba, análisis y corrección constante para buscar la mejora continua.

Técnica Pomodoro para mejorar la productividad personal

Si te gustaría aprovechar mejor el tiempo seguro que estarás leyendo artículos, libros, etc para mejorar tu productividad personal. Una técnica que a algunas personas les funciona es la Técnica Pomodoro. Esta técnica se basa en la recompensa mental que obtenemos al cumplir unas tareas en un tiempo establecido relativamente corto como son 25 minutos. Entre cada sesión de trabajo tomamos una pausa corta (entre 5 y 10 minutos). Cuando completamos 4 sesiones seguidas tomamos un descanso más largo para relajarnos de entre, por ejemplo, 15 a 25 minutos.

Cronómetro técnica Pomodoro

Los cinco pasos para realizar la Técnica Pomodoro son los siguientes:

  1. Vemos que tarea o tareas podemos realizar en ese pomodoro concentrados al 100%
  2. Ponemos una cuenta atrás con un cronómetro o aplicación de 25 minutos
  3. Realizamos esa tarea o tareas eliminando la práctica totalidad de las interrupciones hasta que nos quedemos sin tiempo. Al finalizar marcamos una X , un visto bueno o un símbolo que nos ayude a contar cuantos pomodoros hemos realizado
  4. Descansamos 5 o 10 minutos
  5. Una vez completados 4 pomodoros tomamos una pausa más larga de 15 a 25 minutos.

Tenemos herramientas online que cronometran este tiempo quedando el contador de tiempo visible en la pestaña de nuestro navegador, por ejemplo: